La caligrafía y el dibujo, tienen un enorme potencial educativo y formativo, pueden actuar como generador de un importante número de aspectos de carácter psicológico, de formación de la personalidad. Uno de los más básicos, es la adquisición de la paciencia, un niño que dibuja o practica la caligrafía, va a ser en lo sucesivo un niño con una capacidad adquirida diferente , que se va a manifestar en una forma más dedicada y paciente a las actividades que se le encomiendan.
Uno de los errores básicos en materia educativa es la estimulación constante a nuestro lado izquierdo del cerebro, donde reside el pensamiento lógico-matemático, y el razonamiento verbal.
Los grandes descubrimientos de nuestra cultura, por citar algo la teoría de la relatividad de Einstein, no se dieron siguiendo un pensamiento lógico-matemático.
Si en cambio este y otros descubrimientos se dieron en base al desarrollo de la intuición y la creatividad, áreas que residen en el lado derecho de nuestro cerebro, según han determinado las investigaciones científicas actuales.
Generar una habilidad del pensamiento superior, ha fallado, incluso en las Universidades, porque se ha pasado por alto, que nuestro cerebro, necesita desarrollar estas dos áreas del cerebro.
Actividades que han demostrado tener una influencia real en esta área de lado derecho de nuestro cerebro, vienen a ser las relacionadas con los valores creativos y artísticos, el dibujo y la caligrafía vienen entonces a ser una manera real de estimulo de esta área.
Desde el principio basico de imponer al niño y al adolescente una disciplina atractiva y agradable. El niño descubre de esta forma su capacidad para resolver por si mismo un dibujo o mejorar su letra, adquiere un aumento de la confianza en si mismo, en sus propia capacidad y en su paciencia.
Lo ayuda a asumir actitudes propias y lo estimula sobremanera para otras tentativas, relacionadas con cualquier area, pues aprende a generar su paciencia y confianza en si mismo.
Ruben Pineda Aguilar